Ermita de San Roque

La ermita de San Roque es una de las muchas que hubo en Villoslada entre los siglos XVI y XVIII. Llegaron a existir hasta 13 ermitas, entre las de culto público y las de uso privado, ya que no era extraño que algunas familias adineradas contaran con su propio espacio para la religiosidad. Tal número explica también la gran cantidad de clérigos con la que contaba la villa para atender su culto.

En concordancia con ese número de ermitas, existieron también 16 cofradías hasta el siglo XVIII, de las cuales todavía está en activo la del Santísimo Sacramento.

El templo es una típica construcción en mampostería del siglo XVII. San Roque, cuya imagen reposa en su interior, es el santo patrono de Villoslada. Las fiestas en su honor y en el de la Virgen en agosto son los eventos festivos más importantes de la localidad junto con las Caridades de Lomos de Orios y la Feria de Ganado del 11 de septiembre, la más importante de La Rioja. En las fiestas es tradición vestirse con el traje típico y así, ataviados de serranas y serranos, llevar en procesión a San Roque hasta la iglesia parroquial para volverlo a bajar en su festividad, bendiciendo racimos de uvas.

Hoy, además de San Roque y Lomos de Orios, quedan en pie dos ermitas más, la de San Miguel, en la parte superior del pueblo, y la de San Pedro, junto al río Mayor frente a la carretera de Montenegro.

Hemos llegado al final de nuestro recorrido, y como verás, la ermita de San Roque nos devuelve al paseo del Espolón, que en la actualidad aglutina la vida social de Villoslada y unos servicios que te facilitarán reponer fuerzas tras este recorrido, que esperamos haya sido enriquecedor.