Centro de Interpretación

del Parque Natural de Sierra de Cebollera

Tanto hablar de Villoslada, su historia, sus gentes y sus dedicaciones y aún no nos hemos referido al continente de todo ello: un entorno natural privilegiado que habrás observado en tu acceso al pueblo e incluso en tu recorrido y que se reveló en todo su esplendor y diversidad precisamente con la decadencia de la actividad trashumante, entre el final del siglo XIX y la primera mitad del XX.

Las montañas que te rodean, que hasta ese momento soportaban la presión de grandes rebaños de ovejas que apenas dejaban crecer poco más que el pastizal que los cubría, se vieron libres de la voracidad de las merinas y revelaron toda la variedad vegetal que se había mantenido casi silente durante siglos.

Primero fueron los pinos silvestres los que ocuparon las cotas más altas y, bajo su protección brotaron también en cotas más bajas los bosques de haya (preferentemente en las zonas de umbría) y de roble rebollo (en áreas más orientadas a la solana). Enseguida rebrotaron también los bosques mixtos de ribera. Y, en este paraíso de diversidad, creció también de forma exponencial una fauna variada con amplia representación de todos los grupos de animales.

Ese rico patrimonio natural llevó al Gobierno de La Rioja a declarar en 1995 el territorio de Villoslada, junto con el de su localidad vecina de Lumbreras como el primer Parque Natural de nuestra Comunidad: ‘Sierra de Cebollera’. Sus 24.000 hectáreas, que incluyen también interesantes referencias geológicas, como los restos de la actividad glaciar que se aprecian en su zona de cumbres, se han acondicionado para su uso público con una amplia red de senderos señalizados a tu disposición, y con otros recursos interpretativos como el Centro de visitantes que tienes frente a ti. Seguro que una visita al mismo te ayudará a conocer más el Parque y a orientar mejor tu visita.